Thursday, March 15, 2018

Ser hemana mayor


      ¡No lo podía creer! ¡Yo era una hermana mayor! El día que nació mi primera hermana, cambió mi vida. Antes de ser una hermana mayor, era una niña felíz y contenta. Siempre pasaba tiempo con mis padres bailando y jugando con ellos. Íbamos en viajes juntos y todo revolvía alrededor de mí como si fuera una reina en un palacio. Nunca tuve que compartir el tiempo que pasé con mis padres porque fui hija única, pero pronto iba a tener una hermanita y mi vida se iba a cambiar para siempre.
         Al principio, tenía casi los cuatro años y estaba en el preescolar. Tenía flequillo con pelo muy largo y era muy flaca y delgada, siempre con moños y vestidos. Estaba en mi escuelita pequeña jugando y divirtiéndome con mis amigos, y no pensaba mucho más adelante sobre mi vida con una familia más grande. Durante este día lluvioso y frío de noviembre, llegó de repente mi tía Rosa (amiga de mi mamá, pero como una tía familiar) a la puerta azul de mi preescolar. En mi mente pensé, «¿Qué está haciendo Rosa aquí?» La única razón que pensé que vino por mí fue porque supe que mi mamá iba a tener un bebé. La vi susurrando con mi maestra tan calladitas como pececitos silenciosos y, de pronto, Rosa me dijo que teníamos que irnos a la casa.
         Luego, cuando llegamos a casa, mi mamá estaba en su cuarto, con la partera, y sabiendo que estaba ocupada y concentrada, Rosa y yo horneamos un pastel para la bienvenida de un nuevo miembro de la familia. Rosa siempre ha sido una amiga de mi mamá que siempre nos ha apoyado con todo. Siempre estaba tan emocionada cuando hice actividades con ella. Después de un rato, el pastel finalmente estaba listo y se olía muy delicioso y dulce, pero estaba muy ansiosa para conocer a mi nueva hermanita. Mi mamá tuvo el nacimiento en casa, así que yo no tenía que ir al hospital para conocerla. Después de muchas horas, finalmente pude conocer a mi nueva hermanita.
         Finalmente, entré al cuarto de mi mamá. Estaba muy oscuro, iluminado con velas y se oía una melodía al fondo de su cuarto de una música muy relajante. En los brazos de mi mamá allí estaba mi hermanita. Tenía ojos muy grandes y brillantes, pelo oscuro, y pestañas muy largas y bonitas. Mi papá estaba a mi lado y me miraba mientras la conocía. Él me dijo, −Se llama Nayeli.– «Nayeli», repetía en mi mente. Yo pensaba que ese nombre era muy lindo. A partir de entonces, he tenido otra hermana llamada Kalea que también ha cambiado mi vida porque era mi segunda hermana y he tenido que acostumbrarme al nuevo estilo de vivir con mis dos hermanas. Kalea tiene pelo rizado y una sonrisa muy grande que siempre me hace sentir muy amada.
         Sobre todo, la primera vez que tuve una hermana fue algo diferente y emocional. Es una bendición ahora tener dos hermanas que siempre me dan amor incondicional porque no toda la gente puede tener esa oportunidad. Es una memoria inolvidable porque voy a ser hermana mayor para siempre y eso es algo muy importante. Nosotras hemos tenido muchas experiencias juntas y he crecido como persona porque ellas me han enseñado cómo tener paciencia, compasión, felicidad y diversión. Cada día es una nueva experiencia.

4 comments:

  1. Me gusto mucho! Que bonita experiencia ser hermana mayor.

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  2. Que tierna historia me gusta mucho! porque yo tambien soy la hermana mayor. Tengo 2 hermanas que para mi tambien son una bendición y nose que haria sin ellas. :)

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  3. Me gusta mucho tus detalles de ser hermana mayor! Fue una historia muy interesante de leer tambien!

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