Thursday, March 15, 2018

Las niñas y la roca


     Por un año, mi mamá, hermana mayor y yo vivimos en México en una casa grande de dos pisos que tenía muchos cuartos. Cuando la casa estaba oscura daba mucho miedo y los focos de luz no ayudaban. Se sentía que un fantasma te veía cuando caminabas por los pasillos. Pero, todavía se sentía bien estar en la casa que se sentía tan diferente comparada con mi casa en los Estados Unidos.    
     Todo fue viejo en esa casa. Las cosas compradas allí fueron compradas cuando mi mamá y mis tías fueron adolescentes. Nuestro barrio no fue bonito pero alineando la calle había árboles con las ramas formadas de cuadrado y las troncas pintada color blanco. Las hojas, hasta en el invierno, tenían color de manzanas verdes. Todas las casas fueron de dos pisos y unas de las casas fueron pintadas azules o hechas de ladrillo pintadas rojas como camiones de bomberos. Enfrente de nuestra casa, hecha de ladrillos y pintada color amarillo y verde con una puerta pintada azul oscuro, vivía una familia con que mi prima tenía problemas.
     Mi hermana de 16 años y mi prima de 13 siempre me tenían con ellas aunque yo fui mucho más menor que ellas. El tiempo más divertida con ellas fue en las noches cuando poníamos música de rock y bailábamos o ellas hablaban de cualquier cosa en que podían pensar. Estando con ellas me sentía mayor de mis 8 años y fue muy divertido. Pasábamos mucho el tiempo en el garaje. El suelo fue pintado rojo oscuro, pero por los años comenzó a descolorearse. Además, las paredes amarillos también estaban perdiendo su color. Había un sofá hecho de madera que parecía incómodo pero en verdad fue más confortable que las camas.
     Una noche, nosotras estábamos afuera solo platicando y disfrutando el calor del verano cuando pasaba la niña de enfrente caminando hacia su casa. Ella fue un poco más mayor que yo pero no mucho. Ella nos dijo algo ofensivo y entró a su casa. Mi prima era muy dramática y entró a la casa pisando fuerte. Fuimos tras ella y mi hermana se puso enojada también.
     Luego, ya que ellas todavía estaban bien enojadas, dejaron que su enojo ganara y empezaron hacer un plan. La casa a la derecha de la nuestra estaba hecha de pavimento con pedazos que se podían romper de la casa. Mi prima rompió un pedazo de la casa y aventó la roca y pegó la puerta. El sonido fue como un trueno en la noche silenciosa. Cerraron rápido la puerta grande de hierro que ya se empezaba a oxidar. Por la ranura de correo en la gran puerta del garaje esperamos a ver qué pasaba. Prendimos la música para que se viera que no fuera nosotras. Abrieron y vieron la puerta y ven a la derecha e izquierda pero no vieron a nadie. Nos empezamos a reír y pensamos que fue lo más chistoso de todo el mundo.
     En el momento fue emocionante y chistoso lo que ellas hicieron, pero viéndolo ahora no fue correcto. No necesitaban bajarse al mismo nivel de la otra niña. Tambíen pudimos habernos metido en problemas que no necesitábamos por una broma tonta.

5 comments:

  1. Me gusta todos los detalles que escribiste y es muy interestante el cuento.

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  2. Tu escritutra es muy detallado, me gusto mucho tu narrativa. Buen trabajo!

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  3. Pienso que tu escrito es un recuerdo chistoso e interesante el cual aunque no estuvo muy moralmente bien fue excelente.
    Pd: mi prima tambien es muy dramatica, pero que le podemos hacer ��.

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  5. Me gusto mucho tu historia muy detallada y me parece un poco chistosa💙✨porque me recuerda a las travesuras que hacia de niña con mis primas. :)
    Me encanto!

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