Thursday, March 15, 2018

El fútbol

     Era el 19 de agosto. Me desperté esa mañana emocionado porque era el día que mi equipo de fútbol americano íbamos a jugar nuestro primer juego. Estaba nervioso también porque no sabía qué esperar. Nunca había jugado un juego de fútbol en mi vida. Era un jamboree, eso significa que el partido solo iba a durar 15 minutos. Me empecé a relajar porque pensé que jugando fútbol americano iba a ser fácil. Aliste mis cosas para jugar y comí el desayuno que me preparó mi madre. Luego me fui a harbor high school donde estaban todos mis compañeros en el vestuario esperándome.
     Todos estábamos emocionados como perros cuando tienen un nuevo juguete. Coach Gaynor gritó: “¡Todos agarren sus cosas y súbanse al autobús!” Nos subimos al bus y me senté solo. Puse mis audífonos en mis orejas y estaba en mi propio mundo. Estaba oyendo rap. Estaba pensando en como iba y que iba hacer a jugar y que voy a hacer. Tenía mi celular en una mano y mi casco en la otra. Pasaron unos 10 minutos y llegamos a Santa Cruz High School. Era una escuela muy grande. La primera cosa que miré cuando llegamos fue el otro equipo. Estaban altos y gordos. Sus uniformes eran rojo como la lumbre. Pero a mí no me asustaban. Mire a mis compañeros y unos se miraban nerviosos. Les dije que sean fuerte. Antes de jugar, nuestro entrenador nos habló para motivarnos. Dijo: “¡agresivos y jueguen duro, peguen a cualquier cosa que esté moviendo!” A este punto estábamos todos listo a jugar. Para mi no era un juego, era una guerra.
     Después corrimos todos al pasto y mire la gradería. Había mucha gente mirándonos. Luego mire a mis padres y mi hermano mayor Anthony. Me dio motivación viendo a mi familia. De repente, empeso el juego y no estaba listo. Un niño del otro equipo tenía la pelota, cuando pasó por mí brinque encima de él y le pegue en la cabeza. Estaba pegando a niños como un toro. Luego el quarterback del otro equipo trato de tirar la pelota. Entonces corrí hacia él para tumbarlo, pero un niño muy alto y gordo me pego del lado que no estaba mirando y me caí en mi muñeca. Sentí un dolor muy filoso como una navaja pero lo ignore con la adrenalina y segui jugando.
     El juego duró 15 minutos pero sentía como si nunca iba a acabar. Estaba muy cansado. Mi boca sabia como tierra de un desierto. Una bola de niños se cayeron encima de mi y otra vez me caí en mi muñeca. Esta vez era peor y me tuve que salir del juego. Se sentía quebrada. Tim, nuestro médico, me envolvió mi muñeca con cinta. Estaba hinchada como un globo. Estaba sentado mirando a mis compañeros jugar y pelear sin mí. Era el peor sentido porque no podía hacer nada. Era un peor dolor el de mi muñeca. Faltaba solo 5 minutos en el juego y le pregunté a mi coach si me podía meter al juego otra vez. Dijo que no y le rogué que pudiera jugar un poco más. Finalmente me dejó y corrí al pasto, listo para los golpes otra vez. No tenía ninguna energía--estaba jugando con puro corazón. El árbitro chiflo el pito para señalar que se acabó el juego. Estaba satisfecho que no me vencí.
     Finalmente nos subimos al autobús para regresar a nuestra escuela. El camino era silencio como la noche. Me di cuenta de que el fútbol americano no es fácil, envés es un deporte muy difícil. Desde ese dia practique muy duro para sobrepasar este desafío.

3 comments:

  1. yo tambien recuerdo ese dia. Fue un dia bien divertido aunque perdimos haha

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  2. Una historia y experiencia muy interesante y muy bien escrita y detallada.🏈✨ Que bueno que no te rendiate y seguiste adelante.👍💪 :)
    Me gusto mucho!

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  3. eres muy apasionado por el football y lo admiro. Estoy orgulloso de ti por no rendirte! Creo en ti!

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